Queridos hermanos:
El Padre, Señor del cielo y de la tierra, tiene preferencias por los sencillos. Los “sencillos” son los discípulos creyentes, lo opuesto a los “sabios y entendidos”. ¿Mi seguridad en la vida está en creer, en confiar en Jesús como los “sencillos,” o me fío de mis capacidades, conocimientos, relaciones porque soy “sabio y entendido”? Mi práctica religiosa, ¿me ha llevado a experimentar que el “yugo” de Jesús, es decir, la voluntad de Dios, es llevadero y ligero? ¿Encuentro en Jesús mi descanso?
Consejo de la semana: Cada vez que visites la parroquia para celebrar la Misa date la oportunidad de silenciarte y reposarte antes de que comience la celebración. Prepárate haciendo tu oración del día en tu hogar antes de venir a la Misa. Esto hace posible preparar nuestras personas (espíritu, mente, cuerpo) para celebrar, en lugar de solamente asistir u oír. Verás la diferencia.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel