Nuestra parroquia es acogedora, ora, adora, celebra la liturgia, sirve a la comunidad con obras espirituales y materiales, comparte y disfruta en familia, se forma y estudia para ser Cuerpo Místico de Cristo que hace presente a Dios-Amor. Visítanos en la Parroquia Cristo Redentor |
Cuarto Domingo de Pascua - Ciclo C
8 de mayo de 2022
LITURGIA DE LA PALABRA Celebramos hoy el domingo del Buen Pastor. Cada año, en el cuarto domingo de Pascua, leemos una parte del capítulo 10 de Juan, cuyo tema es: “Jesús, Buen Pastor”. El pasaje propio de este año (Juan 10,27-30), se centra en la responsabilidad del Pastor. El Buen Pastor le da la vida del Padre (con quien es un solo Dios) a todos los que escuchan su voz, a los que acogen su Palabra y creen en Él, a los que se fían de Él y le obedecen porque se reconocen como don del Padre a Jesús. Así es como los discípulos (“ovejas”) entramos en comunión con Dios, de quien proviene la vida. El Buen Pastor se hace responsable de que nada ni nadie pueda separar sus ovejas del Padre, quitándoles esta vida, ni siquiera la muerte: “nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre” (Jn 10,29). Las ovejas de Jesús, pues, son aquellas que se dejan dar la vida divina mediante la escucha y obediencia a la Palabra, porque creen en (se fían de) el Buen Pastor. ¿Somos tú y yo de las ovejas del Buen Pastor? ¿En qué lo sabemos? CONSEJO DE LA SEMANA Hoy la Iglesia nos invita a pedir y agradecer a Dios las vocaciones, especialmente al ministerio sacerdotal, llamado a hacer presente en el mundo y la Iglesia la responsabilidad y el amor de Jesús Buen Pastor. Si no lo haces ya, asegúrate que cada día entre tus intenciones esté el pedir por el aumento, perseverancia y santidad de los llamados. Te exhorto además a asumir como responsabilidad personal el pedir diariamente por los sacerdotes y las vocaciones al sacerdocio que han servido o servirán a nuestra comunidad de Cristo Redentor. VIDA PARROQUIAL Ya no es necesario reservar espacio para asistir a las Misas y demás celebraciones presenciales. Misa dominical Misa ferial, Cenáculo, Adoración y Vía Lucis Cada semana Durante el tiempo de pandemia Para hacer su donativo Sobres intenciones madres Colecta Seminario INFORME ECONÓMICO
Desde que comenzó la pandemia en el año 2020 la merma de ingresos ordinarios ha sido cubierta con dineros del Fondo de Construcción y Mejoras. Los mismos se devolverán según se generen ingresos suficientes en el Fondo Ordinario. Durante los años 2018 al presente se han hecho pagos de proyectos ascendentes a $57,113.97. |
Gloria
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (13, 14. 43-52)
En aquellos días, Pablo y Bernabé continuaron desde Perge y llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.
Muchos judíos y prosélitos adoradores de Dios siguieron a Pablo y Bernabé, que hablaban con ellos exhortándolos a perseverar fieles a la gracia de Dios.
El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor. Al ver el gentío, los judíos se llenaron de envidia y respondían con blasfemias a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda valentía:
«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra”».
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna.
La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas, adoradoras de Dios, y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio.
Estos sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se fueron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaban llenos de alegría y de Espíritu Santo.
Palabra de Dios. (R. Te alabamos, Señor.)
Salmo
(99, 1b-2. 3. 5 (R.: 3c))
Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.
Segunda lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (7, 9. 14b-17)
Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Y uno de los ancianos me dijo:
«Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.
Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo.
El que se sienta en el trono acampará entre ellos.
Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono los apacentará y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas.
Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos».
Palabra de Dios. (R. Te alabamos, Señor.)
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (10, 27-30)
(R. Gloria a ti, Señor.)
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos uno».
Palabra del Señor. (R. Gloria a ti, Señor Jesús.)
Credo
Credo de Nicea-Constantinopla
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación
bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
Credo «de los Apóstoles»
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentado, ven espiritualmente a mi corazón.
(Pausa de adoración)
Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de Ti. Amén.
Reina del Cielo
V. Reina del Cielo, ¡alégrate!, ¡aleluya!
R. Porque el Señor, a quien has merecido llevar, ¡aleluya!
V. Ha resucitado según su palabra, ¡aleluya!
R. Ruega al Señor por nosotros, ¡aleluya!
V. Gózate y alégrate, Virgen María, ¡aleluya!
R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor, ¡aleluya!
Oración
V. Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que, por la intercesión de su Madre, la Virgen María, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Cristo, nuestro Señor.
R. Amén.