Queridos hermanos y hermanas:
Vimos el domingo pasado que Jesús quiere que lo busquemos por sí mismo, para tenerlo a Él y con Él poder hacer la voluntad del Padre, que tiene como consecuencia poder saciar nuestras necesidades. De ahí que la “obra” que tenemos que hacer es creer en Jesús: fiarnos de Él y obedecerle en todo. El Hijo de Dios se hizo hombre para hacerse alimento para nosotros, de modo que nutriéndonos de Él podamos hacer la voluntad del Padre. Así Jesús se presenta como el “Pan de la Vida” que hay que comer y asimilar para que su Vida se haga vida en cada uno de nosotros. Y comer significa: (1) acoger y encarnar su Palabra y (2) acoger y encarnar su ser y obrar presente en el sacramento eucarístico. ¿Cómo me estoy alimentando del “Pan de la Vida”? ¿Cómo me alimento de su Palabra? ¿Cómo me alimento de su presencia eucarística?
Consejo de la semana: Te propongo sacar un día a la semana, además del domingo, para asistir a la Santa Misa. Si escoges el jueves, puedes aprovechar al menos media hora antes de la Misa para estar en adoración ante el Santísimo expuesto y recibir la bendición. En cualquier caso, siempre antes de la Misa debes recogerte en oración al menos cinco minutos para repasar aquello de tu persona y de tu vida que le vas a ofrecer al Padre junto al sacrificio de Jesús.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel