Queridos hermanos:
Juan Bautista se define como la voz que grita en el desierto. El desierto simboliza nuestra vida y nuestro entorno cuando no está regido por la voluntad de Dios. Curiosamente, de tanto vivir en el desierto nos acostumbramos a él. Viene entonces la resistencia al cambio: queremos seguir como estamos. Si no nos dejamos sacudir por Juan Bautista seguiremos frustrando nuestras expectativas más profundas y las de la sociedad, sufriendo todos las consecuencias, pues la fe no es para vivirla sólo en el templo sino para que todos vean la salvación de Dios. ¿Cómo acojo el mensaje de los profetas que Dios me envía en mi tiempo y lugar concreto? ¿Prefiero escuchar mejor al que confirma mis ideas y comportamientos que a quien me dice verdades que me incomodan?
Consejo de la semana: En la presencia del Señor revisa si tu manejo de los bienes materiales y el dinero da testimonio de que Dios es tu verdadero tesoro, para que los demás puedan creer. ¿Qué cambios tienes que hacer para que tus prioridades sean las de Dios? ¿Para que tu seguridad y apoyo sea Dios, «Dador de todo don», y no sus dones? Escucha lo que el Señor te dice y pídele que te ayude a lograrlo.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios les bendiga abundantemente.
P. Ángel