Queridos hermanos y hermanas:
Grandes verdades de aplicación bien práctica nos enseña el evangelio de este domingo. Verdades sobre las que hay mucha confusión hoy, cuando se nos asegura y refuerza desde todas partes que las cosas son de otro modo. Muchos, mal influenciados, piensan que su verdadera felicidad está en decidir sus propias metas y luchar por alcanzarlas como una conquista personal. La parábola nos dice que la verdadera felicidad está en saber que todo lo que somos y tenemos es pura gracia, don de Dios, que por amor nos ha dotado así: no son conquista personal. También la parábola nos enseña que no se puede alcanzar la felicidad ni la realización personal de otro modo que manejando los dones de Dios, es decir, todo, según la voluntad de Dios, no según mis criterios de persona buena o mi sentido común. Pero para esto es necesario ”conocer a Dios” en el sentido bíblico de tener un conocimiento experimental de Él. De otro modo no es posible confiar en Él. Y para “conocerle” es necesario tratarle, relacionarse con Él diariamente por medio de la oración perseverante, prolongada, apoyada en su Palabra, abierta a su presencia en el silencio interior. ¿Cómo es tu oración? ¿Cómo es tu “conocimiento” de Dios? ¿Cuáles son tus metas en la vida? ¿Cuáles de ellas están dialogadas y acordadas con Dios en la oración?
Consejo de la semana: Comienza cada día con oración. Separa media hora al menos, en silencio, a solas con Dios sólo. Siempre es costoso crear patrones de conducta. Para disponer de tiempo en la mañana a una hora más o menos fija es necesario descansar cada noche a una hora más o menos fija. Ayúdate también de herramientas como los podcasts de rezandovoy.org o de comentarios al evangelio y las lecturas del día a los que puedes suscribirte por correo electrónico o consultar en Internet. En el apartado de Enlaces de nuestra página web (pacrired.org/Enlaces) encontrarás ayuda.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel