Queridos hermanos y hermanas:
Al comenzar un nuevo año civil damos gracias a Dios: por su fidelidad a pesar de nuestras infidelidades, por su bondad a pesar de nuestra maldad, por su generosidad a pesar de nuestro egoísmo, por su amor a pesar de nuestro desamor.
Queremos vivir cada día del nuevo año firmemente apoyados en Dios, la Roca firme, el único que le da estabilidad a nuestros vaivenes y fortalece nuestras debilidades permitiéndonos enfrentar el futuro con confianza. Reafirmamos nuestra fe en Aquel que es Señor del tiempo y de la historia: origen, centro y meta de nuestra historia personal y comunitaria; Aquel que con Amor nos conduce al Amor.
Al cruzar el umbral de este Año Nuevo, celebramos la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, a quien invocamos justamente como Puerta del Cielo, para que bajo su amparo estos próximos meses, vividos a ejemplo de María en comunión con Dios, sean para nosotros verdadero camino hacia el Cielo.
Hoy también la Iglesia celebra la Jornada Mundial por la Paz. Nosotros en Cristo Redentor hemos adoptado como lema para este año la frase: «En tu voluntad, Señor, encontramos nuestra paz» porque queremos tener bien presente que el cúmulo de bendiciones y bienes que Dios nos quiere conceder y que la Escritura designa con la palabra “shalom” (que traducimos por “paz”) sólo se alcanza cuando alineamos todos los aspectos de nuestra vida con la voluntad de Dios, cuando dejamos que sea el Espíritu Santo quien nos guíe en todo.
Que en este Camino, Santa María, siempre Virgen, sea nuestra compañera inseparable. Sin duda, entonces, este será un feliz Año Nuevo.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel