Queridos hermanos y hermanas:
El evangelio de hoy se desarrolla en el mar, que en la mentalidad bíblica era considerado con temor por ser fuente de peligros. Jesús salva a sus discípulos del naufragio ante la tempestad, mostrándose más fuerte que el mal. Pero nos enseña que el “estar” con Él no nos exime de los peligros. Sólo la fe nos da la seguridad de que Jesús siempre protege con su poder a sus discípulos. En los momentos de tempestad en mi vida, ¿en qué, en quién o en quienes confío? ¿Qué me da paz? ¿Me dejo sorprender y asombrar por el poder soberano de Jesús o le exijo que actúe como yo quiero?
Consejo de la semana: Visita esta semana a algún miembro de la parroquia que viva o esté sólo. Deja que Jesús esté con él a través tuyo un buen rato, sin prisas. Si no conoces, pregúntale a P. Ángel o a Ileana López, coordinadora de la Pastoral de la salud.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel