Queridos hermanos y hermanas:
Cada año, al comienzo de la Cuaresma, el relato de las tentaciones de Jesús en el
desierto nos recuerda que todos somos tentados, todos somos probados. La tentación es inevitable. Jesús fue tentado. Pero Jesús las venció. Nuestra respuesta a la tentación dejará claro dos cosas: (1) quien es realmente Dios para mí (¿me dejo servir por Él sin condiciones, o busco alguien más o algo más que me sirva, que me de lo que quiero?), y (2) a que o a quien sirvo (¿sirvo a Dios o a otros intereses, de los que pienso recibir lo que sólo Dios me puede dar?). Te invito a que a lo largo de la Cuaresma examines las tentaciones que con frecuencia te atraen o hacen caer y repases a fondo en cada una los dos puntos mencionados.
Consejo de la semana: Hemos distribuido los libritos de meditaciones diarias con temas de corresponsabilidad para la Cuaresma. En la portada te pedimos que hagas tuyo el siguiente programa espiritual: (1) ORACIÓN PERSONAL: 30 minutos diarios a solas con Dios; (2) SANTA MISA: asistencia puntual a la liturgia dominical; (3) RECONCILIACIÓN: al menos una vez en Cuaresma; (4) OFRENDA DE TESORO: participa en el Combo 3 en 1 para Cáritas parroquial y nuestros hermanos necesitados; (5) OFRENDA DE TIEMPO: visita un enfermo o envejeciente de la comunidad por espacio de media hora semanal. Anímate y verás que esta Cuaresma será diferente.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel