Queridos hermanos y hermanas:
Con una corta parábola Jesús nos invita a meditar sobre nuestro camino de conversión: es cuestión de examinar los frutos. Somos la higuera que Dios quiere plantar en su viña, podar, abonar y cuidar para que de fruto. Convertirse es pasar de ser para mí a ser para los demás, de ser por mi cuenta a ser por, con, en y para Dios. Es pasar del espejismo de creer que con nuestro esfuerzo ya hemos llegado a donde Dios nos quiere, a darnos cuenta de que la higuera no puede dar fruto si no es Dios quien la planta, poda, abona y cuida. Dejar que Dios haga esto con nosotros es abrirse a la experiencia de la misericordia de Dios y es la única manera de dar fruto. ¿Qué “abonos” necesito para dar los frutos que Dios quiere? ¿De qué me debo dejar “podar” por Dios?
Consejo de la semana: Esta semana ábrete al “abono” del perdón incondicional de Dios. Examínate cada noche antes de ir a dormir y pide perdón por las faltas y pecados del día.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel