Queridos hermanos y hermanas:
Como preparación al momento de la decisiva revelación de su identidad, del anuncio de su pasión y de la consecuencia de ésta para la vida de sus discípulos, Lucas apunta que Jesús “estaba orando solo” (9,18a). La oración a solas con su Padre le permite a Jesús seguir fielmente Su voluntad, no sólo porque le abre a captarla sino porque en la oración experimenta el amor de su Padre y esto le lleva a confiar plenamente en el Padre y su plan, sin aferrarse a sus criterios y deseos. Gracias a la oración continua a solas con su Padre, Jesús puede “negarse a sí mismo” no haciendo su voluntad sino la de su Padre. ¿Y tu y yo?
Consejo de la semana: Para recibir la comunión en la boca primero se responde en voz alta con un “Amén” al ministro que, con la hostia consagrada en la mano, nos dice “El cuerpo de Cristo”. Luego se abre la boca y se saca la lengua, para que el ministro pueda colocar el cuerpo de Cristo en la lengua. Para recibir la comunión en la mano primero se responde en voz alta con un “Amén” al ministro que, con la hostia consagrada en la mano, nos dice “El cuerpo de Cristo”. Luego se coloca la mano derecha debajo de la izquierda (o la izquierda debajo de la derecha si la persona es zurda) y se espera a que el ministro coloque el cuerpo de Cristo en la mano. Entonces con la mano de abajo se toma y se lleva a la boca. Esto se hace dando la cara al ministro antes de retirarse al asiento.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel