Queridos hermanos y hermanas:
“Convertíos, porque está cerca el Reino de los cielos” anuncia Jesús en su predicación. El Reino de los cielos es el Reino de Dios. Y Dios reina donde se cumple su voluntad, lo que hace posible que Él se manifieste como Amor. Esto es ya una realidad en Jesús, quien no sólo anuncia sino que también encarna el Reino de Dios en su persona. Al igual que pasó por Galilea, por la vida cotidiana de los primeros discípulos –Pedro y Andrés; Santiago y Juan– y personalmente los invitó a seguirle, es decir, a anunciar y encarnar también ellos en sus personas el Reino, así también pasa junto a nosotros, en lo que estamos haciendo cada día –vida familiar, relaciones, ocupaciones, opciones, vida parroquial, alegrías, sufrimientos– invitándonos a convertirnos para dejar que el Reino llegue a nosotros. ¿Cómo pasa Jesús por tu vida? ¿En quienes? ¿En qué situaciones? ¿Con qué exigencias?
Consejo de la semana: Revisa el uso de tu dinero y bienes materiales, que son don de Dios. Mira la proporción que dedicas a tus cosas y gustos y la proporción que empleas como lo haría Cristo: sirviendo a los demás. Pide ayuda al Señor para hacer ajustes. Revisa la aportación económica a tu parroquia para que sea a menos el valor de una hora de trabajo a la semana (es decir, tu salario semanal dividido entre las horas que trabajas a la semana; si estás retirado divide tu pensión mensual entre 160).
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel