Queridos hermanos y hermanas:
El relato de la anunciación del ángel a María es el modelo de toda acción de Dios en y por medio de sus criaturas humanas. La entrega incondicional de la Virgen María a Dios como esclava es el modelo de todo discípulo y también de la Iglesia. Gracias a su «sí», María entra en el proyecto de Dios y Dios entra en la historia humana reconduciéndola hacia Él, rescatándola de la falta de sentido y de dirección, limpiándola de lo que la degrada y destruye para que vuelva a ser según su plan original. Acogiendo en su vida y en su ser la Palabra –la voluntad de Dios– María le permite a Dios hacerse «carne». El anuncio del ángel fue una gran sorpresa y alegría para María y para el pueblo. Es lo mismo que se nos anuncia este Adviento, ya a las puertas de la Navidad, a ti y a mí. Debería sorprendernos y alegrarnos. ¿Acogeremos la Palabra –la voluntad de Dios– como hizo María? ¿Le permitiremos a Dios hacerse «carne», vivir en nosotros y reconducir hacia Él nuestra historia personal y comunitaria?
Consejo de la semana: Te invito a vivir esta Navidad como lo hizo María. Ora en silencio antes de comenzar cada día, antes de que la algarabía, las voces, la música ocupen tus sentidos. Medita en la invitación que Dios te hace para que lo acojas en tu vida ese día. Toma como base el evangelio de la Misa del día. Y escucha al Espíritu antes de dar tu respuesta, antes de dar tu «sí» a Dios. Hazte consciente que esa respuesta se hará concreta en tus palabras y acciones a lo largo del día. Disfruta según va creciendo tu acogida de Dios.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel