Queridos hermanos y hermanas:
La escena del evangelio de hoy es el preludio de todo el ministerio de Jesús. El Mesías e Hijo de Dios no seguirá el camino de los honores y la gloria, sino que asumirá los rasgos insólitos de la debilidad, la lucha y el sufrimiento. También los discípulos, como el Maestro, estamos llamados a recorrer este camino. Las tentaciones atraviesan toda la vida de Jesús y en todas ellas Jesús constantemente renueva su “SÍ” al proyecto del Padre. La tentación es una invitación a negar el Señorío del Señor sobre nuestra vida, a negarnos a vivir en el Reino. Pero el discípulo no estará sólo si se apoya en la victoria de Él –el más fuerte–. Saldrá siempre adelante sostenido en su fidelidad por la fuerza que recibe por la participación en el Misterio Pascual de Cristo. ¿Cómo enfrento las tentaciones en mi vida? ¿A qué me invita Cristo hoy para vencerlas?
Consejo de la semana: Antes de recibir la comunión, sea en la boca o en la mano, se debe hacer un gesto de adoración al Cuerpo de Cristo que se va a recibir. Esto puede hacerse de dos formas: con una genuflexión o con una reverencia profunda (desde la cintura). Es un acto de fe en la presencia real sustancial de Cristo en las especies consagradas. Se recomienda hacer el gesto cuando está recibiendo la Comunión la persona anterior a ti en la fila. ¿Ya sigues esta indicación de la Iglesia?
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel