Queridos hermanos y hermanas:
Esta semana el pasaje evangélico da respuesta a la pregunta planteada por los discípulos en el lago: “¿Quién es éste?” (4,41). Es el mismo Dios Padre quien revela a Jesús e indica la actitud fundamental del discipulado: la escucha del Maestro. Aquí también se nos dice con qué autoridad Jesús ha pronunciado su enseñanza anterior sobre su Cruz y la del discípulo. En pocas palabras, en las enseñanzas de Jesús quien habla es el Hijo de Dios. Para entender esto, los discípulos necesitaron de tiempo y de silencio. Necesitaron recorrer el camino que conduce hasta la Cruz. Sólo el discípulo que escucha y comprende este misterio, podrá ser misionero de la vida en el día pascual. ¿Cómo está mi trato cotidiano a solas, en el silencio, con el Maestro? ¿Cómo dejo que el Transfigurado me transforme? ¿Veo algún signo de transfiguración en mi vida?
Consejo de la semana: Hoy separa 15 minutos de tu oración para presentarle al Señor lo que te inquieta o no entiendes o te hace sufrir. Luego haz silencio por al menos 5 minutos. Sería mejor si pudieras hacer esto frente a Jesús Eucaristía y si pudieras repetirlo durante esta semana otra vez.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel