Queridos hermanos y hermanas:
El diablo tienta a Jesús invitándole a actual sin contar con su Padre. Lo mismo hace con nosotros. Justificaciones podemos encontrar siempre para “resolver” por nuestra cuenta sin contar con Dios. Puede tratarse tanto de necesidades reales (el hambre en la primera tentación de Jesús) como de deseos de nuestras pasiones desordenadas que nos llevan a buscar placer, poder y riqueza como bienes en sí mismos, seguros de que los merecemos e, incluso, de que Dios quiere dárnoslos. El problema está en buscar lo que nos parece bueno sin contar con Dios, sin dialogar con Él para saber si es su voluntad. Jesús sabe que Él no es Hijo de Dios por su cuenta, sino sólo por, con y en el Padre. Si actuara por su cuenta (como le invita a hacer el tentador) confirmaría que no es el Hijo de Dios. Asimismo nosotros, cuando no actuamos por, con y en Cristo renunciamos a nuestra filiación divina. Jesús sabe que todo lo ha recibido y lo recibirá de su Padre Dios. Sólo tiene que vivir en la voluntad del Padre: «No se haga mi voluntad sino la tuya» (Lc 22,42). Igual nosotros.
Consejo de la semana: Asume en tu vida la centralidad de la Palabra de Dios acogida y meditada. Revisa tu oración y asegura que separas al menos media hora cada día para meditar la Palabra. Comienza hoy mismo y, aunque falles alguna vez, esfuérzate en continuar sacando la media hora diaria de oración a solas con Dios.
Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.
P. Ángel