Parroquia Cristo Redentor

Blog del párroco

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  • 2019-04-04 11:05 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    En un ambiente de conflicto con los escribas y fariseos Jesús pone en práctica el comportamiento que nos enseñó el domingo pasado en la parábola del Padre misericordioso. Se enfrentan la ley de los judíos y la misericordia y el perdón, que es la perfección a la que tiende la ley. Para los escribas y fariseos sólo el estricto cumplimiento de la ley representaba la voluntad de Dios. Jesús, el Hijo, el único que conoce al Padre y lo revela (ver Mateo 11, 27), sabe que no es así y nos muestra –a la mujer adúltera, a sus acusadores y a nosotros– el dinamismo del perdón: reconocer el pecado, ser perdonado y perdonar a los demás. Cerca ya de la Semana Santa es absolutamente necesario revisar cómo estás viviendo el dinamismo del perdón. Porque así como no puede juzgar quien tiene motivos para ser juzgado, igualmente sólo quien perdona puede ser perdonado por Dios.

    Consejo de la semana: Reza hoy domingo los cinco misterios gloriosos del Santo Rosario. Medita sobre la escena de cada uno mientras vas repitiendo los Padrenuestros y Avemarías. Te puede ayudar buscar un librito que traiga una cita bíblica para cada misterio. Si no lo tienes a mano, imagina la escena y haz silencio al menos por 10 segundos antes de comenzar la recitación de cada misterio. Haz el propósito de continuar con esta bella oración del Santo Rosario todos los días.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-03-27 6:38 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    El domingo pasado Jesús nos urgía a eliminar el pecado de nuestras vidas atendiendo a sus consecuencias. Como dirá claramente san Pablo: «el salario del pecado es la muerte» (Romanos 6, 23). Hoy nos invita a la conversión desde otro ángulo: considerando la misericordia infinita de Dios Padre. La parábola del padre misericordioso nos muestra gráficamente las características y la grandeza de la misericordia divina presentando cómo este padre trata a sus dos hijos, ninguno de los cuales vive realmente como hijo, y que se sitúan en ambos extremos: la desobediencia y el cumplimiento por compromiso. Quizás nosotros nos veamos reflejados en un punto intermedio, con rasgos del comportamiento tanto de uno como del otro. Pero la gran lección es la que nos da el padre de la parábola, que representa a Dios, y cuyo comportamiento –con desobedientes y cumplidores– Jesús te invita a hacer tuyo.

    Consejo de la semana: El tiempo es un don de Dios que no se puede recuperar una vez transcurre. Hoy examina cómo acoges y agradeces ese don. Mira la proporción que dedicas a tus cosas y gustos y la proporción que empleas como lo haría Cristo: cultivando tu relación con Dios y sirviendo a los demás. Pide ayuda al Señor para hacer ajustes.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-03-20 8:01 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Todavía es frecuente que asociemos las desgracias y males, personales o colectivos, con un castigo de Dios y que asociemos las cosas positivas y buenas con una bendición o premio de Dios. Es con esa mentalidad que le cuentan a Jesús dos hechos terribles. Y Él aclara que no se pueden ver los acontecimientos como premios o castigos de Dios. Todos somos pecadores, en mayor o menor medida. Y Dios es siempre bueno y misericordioso con todos. De hecho, como dice san Pablo, «donde abundó el pecado sobreabundó la gracia» (Romanos 5, 20). Por eso, tanto los sucesos positivos como los negativos (sobre todo estos últimos) son una invitación a examinarnos para ver como estamos progresando en santidad, que es lo mismo que decir cómo estamos dejando a Dios quitar el pecado de nuestra vida, quitar todo lo que no es conforme a Su voluntad. La Cuaresma es una invitación a considerar que el tiempo para crecer en santidad colaborando con la acción de Dios en cada uno es un tiempo limitado: «déjala todavía este año… si no, la cortas» (Lucas 13, 9).

    Consejo de la semana: Esta semana ábrete al “abono” del perdón incondicional de Dios. Examínate cada noche antes de ir a dormir y pide perdón por las faltas y pecados del día.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-03-12 7:30 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Podemos imaginar lo difícil que fue para los discípulos escuchar de Jesús la invitación a ir en contra de su egoísmo negándose a sí mismos, sirviendo a los demás sin condiciones, no buscando tener para sí sino dar generosamente. Más difícil aún fue asimilar los anuncios de su Pasión, en los que el Maestro les indica que su servicio a los hombres no tendrá límite y lo llevará hasta una muerte terrible y, más allá de ella, hasta la resurrección a una vida gloriosa, divinizada. Esto último quedaba opacado por el impacto de lo anterior. Por eso Jesús invita a tres testigos a una experiencia anticipada de esa vida gloriosa en la que desemboca su Pasión. Esa vida Jesús quiere compartirla también con nosotros. Para alcanzarla necesitamos seguir a Jesús por la ruta que Él les explica a los discípulos. Por eso en medio de la transfiguración el Padre desde la nube pide que escuchemos a su Hijo. Un escuchar que no es meramente oír, sino captar y hacer vida las palabras y el ejemplo de Jesús.

    Consejo de la semana: Pon en práctica esta semana el mandato del Padre de “escuchar” a su Hijo cada día en tu oración personal. Reflexiona también sobre los signos de transfiguración –de divinización– que puedes detectar en tu vida.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-03-06 4:06 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Cada año, al comienzo de la Cuaresma, el relato de las tentaciones de Jesús en el desierto nos recuerda que todos somos tentados, todos somos probados. La tentación es inevitable. Jesús fue tentado. Pero Jesús las venció. Nuestra respuesta a la tentación dejará claro dos cosas: (1) quien es realmente Dios para mí (¿me dejo servir por Él sin condiciones, o busco alguien más o algo más que me sirva, que me de lo que quiero?), y (2) a que o a quien sirvo (¿sirvo a Dios o a otros intereses, de los que pienso recibir lo que sólo Dios me puede dar?). Te invito a que a lo largo de la Cuaresma examines las tentaciones que con frecuencia te atraen o hacen caer y repases a fondo en cada una los dos puntos mencionados.

    Consejo de la semana: Hemos distribuido los libritos de meditaciones diarias con temas de corresponsabilidad para la Cuaresma. Te pedimos que hagas tuyo el siguiente programa espiritual: (1) ORACIÓN PERSONAL: asegurando 30 minutos diarios a solas con Dios; (2) SANTA MISA: asistencia puntual a la liturgia dominical; (3) RECONCILIACIÓN: al menos una vez en la Cuaresma; (4) OFRENDA DE TESORO: apoyando la campaña de Cuaresma de nuestro Cáritas parroquial; (5) OFRENDA DE TIEMPO: visitando un enfermo o envejeciente de la comunidad por espacio de media hora semanal; Ileana López, coordinadora de la Pastoral de la Salud, te ayudará. Anímate y verás que esta Cuaresma será diferente.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-02-28 3:48 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Queramos o no, somos punto de referencia –para bien o para mal– de aquellos con los que nos relacionamos en nuestra familia, el vecindario, la parroquia, el centro de trabajo o estudio. Hoy Jesús nos invita a dejarnos formar por Él, el Maestro, para ser como Él. Nos invita a tener los ojos bien abiertos, no para ver y juzgar a los otros, sino para ver cómo realmente somos cada uno de nosotros, examinando con humildad nuestro “corazón” para “cultivarlo”, es decir, extirpar de él el mal y sembrar el bien, convirtiéndolo en un árbol bueno que dé frutos buenos. Porque del corazón, de cómo somos, proviene cómo hablamos y actuamos. El seguimiento de Jesús para ser como Él es imposible sin trabajar la vida interior, la capacidad de reflexión, de escucha (de Dios y su Palabra, y de los demás), de meditación, de silencio. ¿Qué pasos concretos estás dando para dejarte formar por el Maestro?

    Consejo de la semana: En el silencio de tu oración personal examina de qué hablas, cuáles son tus temas de conversación. Examina también cuáles son tus intereses y tus prioridades. ¿Se parecen más a los de aquellos que pertenecen al “mundo” o a los de los que pertenecen a Cristo.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-02-21 9:57 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Después de escuchar el domingo pasado las bienaventuranzas en las que Jesús describe como dichoso al discípulo que vive el reino de Dios, hoy nos desconcierta con su mandato de amar a los enemigos, de hacer el bien sin límites a todos, incluso a los que nos hacen mal. Los judíos conocían la “regla de oro” de la convivencia humana: “Tratad a los demás como queréis que ellos os traten a vosotros” (v. 31). Pero Jesús pone al Padre Dios como modelo y fundamento de un nuevo modo de actuar: “Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso” (v. 36). Si Dios es nuestro padre y es misericordioso y nos ama con un amor desbordante y desinteresado, nosotros, para reconocernos como sus hijos, tenemos que comportarnos como Él. Por el amor, Dios reconoce al hombre como hijo suyo y el hombre se reconoce hijo de Dios. Este es el premio del que habla Jesús: experimentar a Dios como Padre. ¿Estás dejando que Jesús te haga misericordioso como el Padre?

    Consejo de la semana: Lee y medita en el Catecismo de la Iglesia Católica los números 1965 al 1974 sobre la Ley Evangélica o Ley del Amor. Si tienes dudas, pregunta a un amigo con mayores conocimientos o estudios, o a un sacerdote.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-02-13 8:19 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Hoy el Evangelio nos presenta la proclamación del Reino de Dios en forma de bienaventuranzas. A diferencia de san Mateo que presenta ocho, san Lucas presenta solo cuatro con su correspondiente “maldición” o “ay”. Los pobres, los que lloran, los que tienen hambre, los perseguidos por causa de Jesús, es decir, los que viven el Reino, son dichosos porque su recompensa es Dios mismo (“su recompensa será grande en el cielo”). Este lenguaje, que nos choca porque es diametralmente opuesto a lo que con criterios humanos juzgamos como “bendición” o “maldición”, no debe entenderse al pie de la letra: no se es bienaventurado simplemente por ser pobre o por llorar. La “pobreza” de la que habla Jesús es la de aquellos que, teniendo mucho o poco, están desapegados de todo y su riqueza, su apoyo, es únicamente Dios y su amor incondicional. Así el “rico” sería al autosuficiente que cree no necesitar de Dios porque piensa que lleva el control de su vida y se basta a sí mismo. Para decirlo en una frase: el rico no tiene espacio para Dios en su vida (por eso no posee el Reino de los cielos, de Dios) mientras que el pobre no tiene espacio en su vida que no esté lleno de Dios. ¿Cómo vas en el proceso de dejar que Dios te cambie de “rico” en “pobre”?

    Consejo de la semana: Repasa qué cosas o personas te ofrecen seguridad. ¿Con qué o con quien cuentas para afrontar situaciones límite? ¿Ves a Dios como tu verdadera y única seguridad detrás de todas estas seguridades y apoyos humanos? Practica el abandono en Dios entregándole conscientemente aquellas cosas o personas que eran una seguridad para ti y ya no están.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-02-06 11:37 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    El relato evangélico de hoy nos presenta a Jesús, el Maestro, que enseña con su Palabra desde la barca de Pedro. También nos muestra que su Palabra no es sólo para ser acogida con la inteligencia sino sobre todo con la vida: su Palabra tiene poder, el poder de Dios que hace lo que dice. De ahí que luego de la experiencia de fe –de fiarse de Jesús y obedecer su Palabra– Pedro puede llamarlo “Señor”. Es un reconocimiento de que la eficacia de la pesca no proviene de sus fuerzas, sino del Señor. Escuchando la Palabra del Señor y ejecutando su voluntad, Pedro y sus compañeros se convierten en servidores eficaces del Reino de Dios. La misión no se apoya tanto en las cualidades personales de los misioneros, por muy grandes que puedan ser, sino ante todo en la “Palabra del Señor”. ¿Qué implica en mi caso el hecho de que la vocación es el efecto y la respuesta libre y confiada al poder de la Palabra de Jesús?

    Consejo de la semana: Durante la celebración de la Eucaristía, trata de escucharte y de entender el significado de las palabras que pronuncias para decirlas no sólo con tu voz, sino con todo tu ser. Escúchate pronunciar “Te alabamos, Señor”, “Ven, Señor, Jesús”, “No soy digno de que entres en mi casa”, “Padre nuestro, que estás en el cielo”. Cobra conciencia de que estás en la presencia de Aquél a quien le hablas. Haz el esfuerzo por participar junto a toda la asamblea, a una sola voz, desechando las respuestas mecánicas, de prisa y sin pensar.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2019-02-01 4:16 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Normalmente se califica como profeta a quien dice conocer el futuro, a quien predice acontecimientos. Pero ser profeta es otra cosa: es hablar en nombre de Dios, transmitir un mensaje nuevo que le lleva a enfrentarse a lo que es contrario al querer de Dios que es Amor. Los que se aferran a estructuras y prácticas que atentan contra la fraternidad, legitimando la exclusión y marginación en nombre de privilegios o falsos derechos de cualquier tipo (políticos, económicos, religiosos, etc.), siempre rechazan el mensaje del auténtico profeta. Así, Jesús y su Buena Nueva que hace posible la comunión y la fraternidad salvando al hombre del desamparo, la soledad y la manipulación, son rechazados en Nazaret por sus propios compueblanos que creían conocerlo bien porque sabían que era el hijo de José. ¿Podría pasarme esto a mí también?

    Consejo de la semana: Antes de irte a dormir, examina diariamente cómo ha transcurrido tu relación con Dios. Fíjate en que cosas o situaciones has hecho lo que Jesús hubiera hecho y en cuáles no. Da gracias a Dios por las primeras y pídele perdón por las segundas. Toma nota de lo que no fue bien para que puedas llevarlo a tu confesión mensual además de estar más vigilante la próxima vez.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

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