Parroquia Cristo Redentor

Blog del párroco

Cree su cuenta para poder comentar las entradas. Además tendrá acceso a secciones exclusivas y quedará suscrito a nuestros envíos por correo electrónico.


  • 2018-01-20 10:46 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Jesús pide la conversión (metanoia en griego) y creer la Buena Noticia porque el Reino de Dios se ha acercado. El reinado de Dios significa su actuar como Rey y Pastor de su pueblo. Es decir, en Jesús Dios se ocupa de su pueblo –de cada uno– con un cuidado amoroso para guiarlo a la plenitud de la vida. Esta es la Buena Noticia en la que hemos de creer. Pero para creer, para fiarnos de Jesús y dejar que nos cuide es necesaria la conversión. Convertirse no es sólo arrepentirse de los pecados y cambiar de conducta; significa un giro de vida: un ver todas las cosas con nuevos ojos, desde nuevas perspectivas, desde los nuevos valores y principios que Jesús revela en el Evangelio. El cambio de conducta será consecuencia de esto. ¿Noto que se da en mi vida este progresivo giro de vida al que Jesús me invita? La conversión es fruto del seguimiento de Jesús, de cultivar la comunión de vida con Él. ¿De qué manera concreta cultivo diariamente mi comunión con Jesús?

    Consejo de la semana: Los ocho días desde el 18 al 25 de enero la Iglesia Universal celebra cada año el octavario de oración por la unidad de los cristianos. Vamos a unirnos a los cristianos de todo el mundo para pedir el pleno cumplimiento de las palabras del Señor en la Última Cena: “Padre santo, guarda en tu nombre a aquellos que me has dado para que sean uno como nosotros (Jn 17,11). Que la unidad de los que creen en Cristo sea una intención en nuestra oración diaria esta semana y a lo largo de todo el año.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2018-01-10 5:10 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    El evangelio de hoy está atravesado de manera muy viva por el intercambio intenso de miradas: de Juan hacia Jesús (v. 35); de Jesús a los dos discípulos (v. 38); de los discípulos a Jesús (vv. 38-39); y finalmente es Jesús el que dirige nuevamente su mirada a nosotros, en la persona de Pedro (v. 42). El evangelista utiliza verbos diferentes, pero todos cargados de distintos matices, de intensidad; no se trata de miradas superficiales, distraídas, fugaces, sino más bien de contactos profundos, intensos, que parten del corazón, del alma. Es así que Jesús, el Señor, mira a sus discípulos y nos mira a nosotros; es así también que nosotros deberíamos aprender a mirarlo a Él. ¿Tengo los ojos del corazón totalmente abiertos como para comenzar a ver lo que realmente sucede dentro de mí y a mi alrededor, y para reconocer en cada acontecimiento la presencia del Señor?

    Consejo de la semana: En estas primeras semanas del nuevo año es necesario proponerse seriamente recorrer un camino de crecimiento espiritual, dejando al Señor actuar mas en nosotros, cambiando aquello que en nuestro modo de vivir se lo impide. La semana pasada te invitaba a tomar un punto específico para trabajar en las próximas semanas. Hoy te invito a meditar sobre la proporción de tiempo que dedicas a servir a los demás sin esperar nada a cambio versus el tiempo que dedicas a tus cosas. ¿Cómo podrías servir más generosamente a Cristo en el prójimo?

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2018-01-05 10:54 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Jesús, al recibir el bautismo, expresa su plena solidaridad con la humanidad: es «verdadero hombre». Dios Padre proclamando a Jesús como su «Hijo amado» y el Espíritu Santo posándose sobre Él manifiestan la otra dimensión de su identidad: es a la vez «verdadero Dios». La presencia de Jesús, el Fuerte, y el don del Espíritu Santo en el bautismo constituyen dos preciosas condiciones para que también nuestra vida pueda convertirse en una respuesta cada vez mas fiel a las llamadas del Padre de modo que pueda decir con toda propiedad también de cada uno de nosotros: «tu eres mi hijo amado». Nos debemos preguntar, pues: ¿qué significa para mí estar bautizado?, ¿percibo en mi vida el vínculo con Dios y con la Iglesia, Cuerpo de Cristo, que se estableció en mi bautismo?, ¿lo perciben los demás?

    Consejo de la semana: Hoy concluye el breve tiempo litúrgico de la Navidad y, a la vez, nos encontramos iniciando un nuevo año. Te invito a tomar, de las cosas que has visto en tu oración personal que Dios te pide, una o dos, y poner manos a la obra sin dejar pasar un día más. Si no has visto nada claro, te sugiero: (a) adoptar la costumbre de confesarte mensualmente, (b) adoptar la práctica de dedicar al menos quince minutos semanales a la adoración eucarística, (c) adoptar la práctica de orar diariamente media hora tomando como apoyo las lecturas de la Misa de cada día.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2017-12-29 8:30 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    Hoy el evangelio nos presenta a la Sagrada Familia como modelo de fidelidad a la voluntad de Dios. Acude al templo de Jerusalén a los ocho días del nacimiento para presentar a Jesús, el varón primogénito, como mandaba la Ley. La familia en la que Dios quiso hacerse hombre fue en todo fiel a la Palabra de Dios (su voluntad) simbolizada en la espada de la profecía del anciano Simeón; espada que traspasará el alma de María, porque mantenerse fiel a ella le ocasionará gran sufrimiento. María y José la cumplen fielmente: acogen la Palabra y dejan que se haga vida en ellos, aún a costa de convertirse en “bandera discutida”, como llama Simeón a Jesús, la Palabra encarnada. Jesús viviendo en mí y viviendo en mi comunidad de fe ¿es también hoy “bandera discutida”, signo de contradicción? ¿Lo es para mí?

    Consejo de la semana: En tu oración diaria medita las lecturas del domingo, o las de la misa del día. Háblale al Señor de lo que te dicen las lecturas, de lo que te inspiran decirle como respuesta, de cómo te gustaría ser, de tus planes y proyectos, de tus faltas, de lo que te hace feliz y de lo que te hace sufrir. Y, por último, no olvides un espacio de silencio de al menos 5 minutos. Recuerda que lo más importante en la oración es lo que Dios nos dice y lo que Dios hace en nosotros mientras estamos a solas con Él y para Él en su presencia.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2017-12-20 1:53 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    El relato de la anunciación del ángel a María es el modelo de toda acción de Dios en y por medio de sus criaturas humanas. La entrega incondicional de la Virgen María a Dios como esclava es el modelo de todo discípulo y también de la Iglesia. Gracias a su «sí», María entra en el proyecto de Dios y Dios entra en la historia humana reconduciéndola hacia Él, rescatándola de la falta de sentido y de dirección, limpiándola de lo que la degrada y destruye para que vuelva a ser según su plan original. Acogiendo en su vida y en su ser la Palabra –la voluntad de Dios– María le permite a Dios hacerse «carne». El anuncio del ángel fue una gran sorpresa y alegría para María y para el pueblo. Es lo mismo que se nos anuncia este Adviento, ya a las puertas de la Navidad, a ti y a mí. Debería sorprendernos y alegrarnos. ¿Acogeremos la Palabra –la voluntad de Dios– como hizo María? ¿Le permitiremos a Dios hacerse «carne», vivir en nosotros y reconducir hacia Él nuestra historia personal y comunitaria?

    Consejo de la semana: Te invito a vivir esta Navidad como lo hizo María. Ora en silencio antes de comenzar cada día, antes de que la algarabía, las voces, la música ocupen tus sentidos. Medita en la invitación que Dios te hace para que lo acojas en tu vida ese día. Toma como base el evangelio de la Misa del día. Y escucha al Espíritu antes de dar tu respuesta, antes de dar tu «sí» a Dios. Hazte consciente que esa respuesta se hará concreta en tus palabras y acciones a lo largo del día. Disfruta según va creciendo tu acogida de Dios.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2017-12-15 7:14 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    La Navidad ya se aproxima; por eso la liturgia llama a este domingo “Gaudete” (alégrense), el domingo de la alegría. ¿Qué motivos tenemos para alegrarnos y celebrar en esta Navidad que se aproxima? Nuestro mundo confunde la felicidad con bienestar, con ausencia de enfermedades, problemas, conflictos, confunde la felicidad con abundancia de bienes, prestigio, poder. La verdadera felicidad sólo surgirá de conformar nuestra vida en todo con la voluntad de Dios: hacer con lo que Dios nos da lo que Él nos pide; en otras palabras: quitar el pecado. Este es el trabajo del Adviento que anuncia Juan: rectificar el camino del Señor; trabajo que realiza Jesús si se lo permitimos: quitar el pecado del mundo. Solo así damos testimonio de la luz –de Dios– para que otros puedan creer. ¿Qué situaciones de oscuridad te gustaría iluminar? ¿Cómo?

    Consejo de la semana: Acércate a tu Cáritas parroquial (u otro grupo de ayuda a la comunidad) para identificar alguna persona con gran necesidad. Adóptala esta Navidad dedicándole de tu tiempo y recursos económicos. Sé testigo de la luz para ella.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2017-12-06 1:39 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    La venida del Hijo de Dios al mundo había sido preparada por la historia de la salvación a lo largo de siglos y finalmente por san Juan Bautista. A nosotros nos corresponde ahora hacer también la preparación mediante una buena disposición del corazón, tomándonos en serio los llamados que nos hacen el evangelista Marcos, las voces de los profetas y la predicación de Juan Bautista. Este es el sentido del Adviento que estamos viviendo. Si Navidad es acoger a Dios como el Emmanuel, el ‘Dios-con-nosotros’, no habrá Navidad si no preparamos nuestros corazones para acoger a Dios, de modo que sea ‘con-nosotros’. Esta semana Juan Bautista nos dice que la venida de Dios se prepara en el ‘desierto’, con la austeridad en nuestros hábitos y estilos de vida, con silencio interior y exterior. Todo lo contrario a lo que nos propone el mundo, especialmente en estos días en los que, bajo apariencia de cultivar la amistad y la generosidad, se nos invita al desenfreno en el consumo, el ruido y las compras. A Juan Bautista el Espíritu es quien lo impulsa al desierto. ¿Estás dejando que el Espíritu te impulse también al desierto este Adviento? ¿Estás sacando tiempo para escuchar al Espíritu?

    Consejo de la semana: Si no lo has hecho todavía, apresúrate a preparar la corona de Adviento en tu hogar, como te recomendaba la semana pasada. En la presencia del Señor, revisa tu empleo del tiempo, de los bienes y el dinero que Dios te ha dado. ¿Qué cambios tienes que hacer para que tus prioridades sean las de Dios? ¿Para que tu seguridad y apoyo sea Dios, «Dador de todo don», y no sus dones?

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2017-11-29 3:20 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    La palabra adviento significa advenimiento. Es un término cristiano de origen pagano. En la Roma pre-cristiana se llamaba adviento a la venida anual de divinidad a su templo, para visitar a sus fieles. La estatua del dios se suponía que permanecía entre los suyos mientras duraba la solemnidad. También, en el ritual de la corte romana pagana, se llamaba adviento a la primera vista oficial que un personaje importante hacía a su pueblo al entrar en funciones o tomar posesión de su cargo. Así adviento pasó a designar la venida de Cristo entre los hombres (Navidad) y su advenimiento glorioso que coronará su obra redentora al final del mundo (la parusía). En la historia de la liturgia, el Adviento manifiesta la necesidad de una preparación ascética a la Navidad. El Adviento es como una Cuaresma para la Navidad, un tiempo de espera gozosa del nacimiento del Salvador, orientando a los cristianos a fijarse en el retorno glorioso del Señor al fin del mundo. El tiempo del Adviento nos quiere ejercitar en una virtud cristiana básica: la esperanza. En el evangelio de hoy Jesús nos pide que estemos vigilantes, en vela. ¿Estoy adormecido? ¿En qué? ¿Qué haré para que este tiempo de Adviento que hoy empezamos sea vivido cabalmente?

    Consejo de la semana: Si no lo has hecho todavía, apresúrate a preparar tu corona de Adviento en tu hogar. Es tan sencillo de hacer y encierra un simbolismo tan hermoso. Debe ser el centro de la oración hogareña, donde la familia se reúne para orar diariamente como comunidad en espera y así preparar las venidas cotidianas de Cristo a nuestras vidas.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2017-11-25 1:13 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    La capacidad de respuesta efectiva ante el sufrimiento del otro es la medida del amor. Se nos pide este ejercicio del amor: dilatar el corazón hasta que sea tan grande, tan descentrado de sí mismo y salvífico como el del Crucificado. «Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras de misericordia espirituales, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos. Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios». Esta cita tomada del Catecismo de la Iglesia Católica número 2447 nos lleva a reflexionar sobre el criterio con el que será evaluada nuestra vida y que Jesús expone en el evangelio de hoy. ¿Qué obras de misericordia realizo? ¿Con qué frecuencia? ¿Con qué motivación?

    Consejo de la semana: Comienza cada día con oración. Que sea tu alimento cotidiano. Separa media hora al menos, en silencio, a solas con Dios sólo. Siempre es costoso crear patrones de conducta. Para disponer de tiempo en la mañana a una hora más o menos fija es necesario ir a descansar cada noche a una hora más o menos fija. Ayúdate también de herramientas como los podcasts de rezandovoy.org o de comentarios al evangelio y las lecturas del día a los que puedes suscribirte por correo electrónico o consultar en Internet. En el apartado de Enlaces de nuestra página web (pacrired.org/Enlaces) encontrarás opciones.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

  • 2017-11-17 4:43 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:

    En esta solemnidad de nuestra Señora, Madre de la Divina Providencia, Patrona de Puerto Rico, la liturgia nos la presenta en el relato de la bodas de Caná. María, nuestra madre, está siempre atenta no sólo a nuestras necesidades espirituales sino también a las materiales. Le expone a Jesús nuestras necesidades: “No tienen vino”. La respuesta de su Hijo no es una negativa sino que se sitúa en otro plano, como es frecuente en el evangelio de Juan (ver por ejemplo el diálogo con la samaritana). Por eso responde que “su hora” no ha llegado, no se refiere a la hora de resolver el problema de la fiesta de bodas, sino la hora de hacernos partícipes de la vida divina mediante su Misterio Pascual. El vino nuevo y mejor es símbolo de la vida divina que colma nuestras ansias de felicidad y plenitud. Hoy en Puerto Rico, en nuestros corazones, familias, relaciones, negocios, proyectos como pueblo, etc. hay falta de vino nuevo, falta de Dios. En la indiferencia al hermano, a sus necesidades sin comprometerse a fondo con su bien, o peor aún, en el aprovecharse del hermano vulnerable o en desventaja, no está Dios. En el buscar el propio interés por encima de todos y de todo, incluso de la ley y la justicia, no está Dios. En la oración colecta de la Misa pedimos a Dios que bajo el patrocinio de Santa María nos conceda vivir la caridad fraterna promoviendo una sociedad más humana y siendo testigos de la verdad. Pero esto no sucederá sólo con pedirlo o desearlo, es indispensable seguir el consejo de María de hacer lo que Jesús nos diga.

    Consejo de la semana: Comprométete con Puerto Rico. Dedica tiempo de calidad a estar con Jesús y escucharle para poder hacer las cosas como Él te indica, que no es lo mismo que no hacerle mal a nadie y usar el sentido común, sino que supone crecer en el amor para ser capaces de amar al hermano como Cristo nos ha amado, es decir, hasta dar la vida.

    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.

    P. Ángel

Enlaces


Copyright © 2024 Parroquia Cristo Redentor
Urb. El Paraíso, 140 Calle Ganges, San Juan, Puerto Rico 00926
T. 787-946-1999   |   CE. pcr@arqsj.org

               

Powered by Wild Apricot Membership Software