Parroquia Cristo Redentor

Blog del párroco

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  • 2015-03-21 9:08 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    Como vimos el domingo pasado, Cristo elevado sobre la tierra será el signo que atraerá a todos hacia sí con gran fuerza. Es “la hora” de Cristo, en la que el Príncipe de este mundo (Satanás) va a ser echado fuera y el mundo (lo que se opone a Dios) va a ser juzgado, es decir, condenado mediante la puesta en evidencia de su rechazo a la salvación que Dios ofrece en su Hijo crucificado (Jn 12,31). Creer en el signo del Crucificado implica negarse a sí mismo para dejar que la voluntad de Dios se cumpla en y por medio de cada uno de nosotros y así tener vida eterna (la vida de Dios). Esto es lo que Jesús quiere decir en el texto de hoy con la expresión “el que quiera servirme, que me siga” (Jn 12,26). ¿Qué tengo que “negar” en mí para “servir” a Jesús y así tener vida eterna?


    Consejo de la semana: El Papa Francisco nos ha dicho en el Mensaje para la Cuaresma 2015: «Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia. […] Quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón […] De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia». Te invito a seguir el consejo del Papa para lograr esto: (1) orar, (2) ayudar a los hermanos con gestos concretos de caridad, (3) ver en el sufrimiento del prójimo una llamada a la conversión que nos recuerda nuestra dependencia de Dios y de los hermanos. ¿Cómo voy progresando en esto esta Cuaresma?


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-03-14 9:35 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    Cuando nos buscamos a nosotros mismos (nuestra voluntad, nuestro interés, nuestro bien) –aún sin pretender hacerle daño a los demás– le estamos haciendo mal al prójimo y nos lo hacemos a nosotros mismos. Quien se busca a sí mismo se cierra a Dios y a la luminosa revelación de su amor, le falta el real vínculo con Dios capaz de determinar continuamente su vida: la voluntad de Dios. Fuera de ella no podremos experimentar su amor. El Hijo de Dios hecho hombre es la prueba tangible de que Dios nos ha amado primero. Pero es indispensable creer, es decir, confiar en Jesús viviendo en su voluntad, para experimentar el amor de Dios. ¿Tengo claro que “creer” (confiar en Dios y obedecerle) es en realidad dejarme amar por Él, dejar que su amor, manifestado en su Hijo entregado hasta la muerte en cruz, me alcance?


    Consejo de la semana: «La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.» (Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015). Te invito a meditar sobre lo que has recibido de Dios para tu prójimo. ¿Cómo va tu tarea de compartirlo esta Cuaresma? ¿Has experimentado también que lo que tu prójimo posee es un don para la Iglesia, la humanidad y para ti? ¿Qué cambios en tu vida harían posible esta experiencia?


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-03-07 7:58 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    En el evangelio de hoy Jesús se identifica claramente como el Hijo del Padre Dios, pero también como el “lugar” definitivo de la presencia de Dios en medio de su pueblo: Él es el templo de la Nueva Alianza. Los discípulos son capaces de entender esto sólo a la luz de la Resurrección, de las palabras de Jesús y de la Sagrada Escritura. ¿Conozco de primera mano que Jesús es el “lugar” definitivo de la presencia y de los cuidados del amor de Dios por sus criaturas? ¿Qué consecuencias se siguen de que yo forme parte del Cuerpo Místico de Cristo, que es el nuevo templo donde reside Dios?


    Consejo de la semana: «En la vida de las parroquias y comunidades […] ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31)» (Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015). Revisa lo que has compartido con los débiles, pobres y pequeños lo que va de esta Cuaresma.


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-02-28 4:40 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    Esta semana el pasaje evangélico da respuesta a la pregunta planteada por los discípulos en el lago: “¿Quién es éste?” (4,41). Es el mismo Dios Padre quien revela a Jesús e indica la actitud fundamental del discipulado: la escucha del Maestro. Aquí también se nos dice con qué autoridad Jesús ha pronunciado su enseñanza anterior sobre su Cruz y la del discípulo. En pocas palabras, en las enseñanzas de Jesús quien habla es el Hijo de Dios. Para entender esto los discípulos necesitaron de tiempo y de silencio. Necesitaron recorrer el camino que conduce hasta la Cruz. Sólo el discípulo que escucha y comprende este misterio, podrá ser misionero de la vida en el día pascual. ¿Cómo está mi trato cotidiano a solas, en el silencio, con el Maestro? ¿Cómo dejo que el Transfigurado me transfigure? ¿Veo algún signo de transfiguración en mi vida?


    Consejo de la semana: Antes de recibir la comunión, sea en la boca o en la mano, se debe hacer un gesto de adoración al cuerpo de Cristo que se va a recibir. Esto puede hacerse de dos formas: con una genuflexión o con una reverencia profunda. Es un acto de fe en la presencia real sustancial de Cristo en las especies consagradas. Se recomienda hacer el gesto cuando está recibiendo la Comunión la persona anterior a mí en la fila. ¿Ya sigo esta indicación de la Iglesia?


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-02-21 9:00 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    La escena del evangelio de hoy es el preludio de todo el ministerio de Jesús. El Mesías e Hijo de Dios no seguirá el camino de los honores y la gloria, sino que asumirá los rasgos insólitos de la debilidad, la lucha y el sufrimiento. También los discípulos, como el Maestro, estamos llamados a recorrer este camino. Las tentaciones atraviesan toda la vida de Jesús y en todas ellas Jesús constantemente renueva su “SÍ” al proyecto del Padre. La tentación es una invitación a negar el señorío del Señor sobre nuestra vida, a negarnos a vivir en el Reino. Pero el discípulo no estará sólo si se apoya en la victoria de Él –el más fuerte–. Saldrá siempre adelante sostenido en su fidelidad por la fuerza que recibe por la participación en el Misterio Pascual de Cristo. ¿Cómo enfrento las tentaciones en mi vida? ¿A qué me invita Cristo hoy para vencerlas?


    Consejo de la semana:  Hemos distribuido los libritos de meditaciones diarias con temas de corresponsabilidad para la Cuaresma. En la portada te pedimos que hagas tuyo el siguiente programa espiritual: (1) ORACIÓN PERSONAL: 30 minutos diarios a solas con Dios; (2) SANTA MISA: asistencia puntual a la liturgia dominical; (3) RECONCILIACIÓN: al menos una vez en Cuaresma; (4) OFRENDA DE TESORO: participa en el Combo 3 en 1 para Cáritas parroquial y nuestros hermanos necesitados; (5) OFRENDA DE TIEMPO: visita un enfermo o envejeciente de la comunidad por espacio de media hora semanal. Anímate y verás que esta Cuaresma será diferente.


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-02-14 7:00 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    «Si quieres, puedes limpiarme», le dice el leproso a Jesús. Él “quiere” y “puede”. En la época de Jesús nadie más podía, aunque hubiera querido. La lepra es signo del mal y del pecado en la vida del ser humano. Sólo Jesús puede liberarnos. Y además, quiere. ¿Es mi fe como para atreverme a decir las palabras del leproso? ¿Creo que Jesús quiere y puede limpiarme, sanarme de mi pecado, liberarme del mal que me aqueja en mi vida y en mis relaciones? ¿Cómo estoy haciendo para acercarme a Jesús y pedir su ayuda? ¿Cómo cultivo mi cercanía con Jesús diariamente?


    Consejo de la semana:  Haz el propósito de visitar a Jesús eucaristía semanalmente al menos por quince minutos. Haz el propósito de orar cada día meditando los Evangelios al menos 30 minutos a solas con Dios.


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-02-07 11:11 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    En el evangelio de hoy las multitudes buscan algo más. Intuyen que la vida que llevan no es vida verdadera, vida en plenitud. En un lenguaje propio de la época, que mezcla lo espiritual y lo físico, se nos dice que los enfermos y los endemoniados buscaban frenéticamente a Jesús para que los liberara de sus males. Si hubieran pensado que era normal vivir así y no hubieran buscado sanación, si no hubieran buscado a Jesús, habrían quedado toda su vida así. Pero para los que buscan, la Buena Nueva es que el Reino presente en la persona de Jesús puede transformar sus vidas. ¿Eres de los “acostumbrados” o de los “buscadores”? ¿Cómo buscas a Jesús? ¿Dónde buscas a Jesús?


    Consejo de la semana:  Busca a Jesús en la media hora (mínimo) de oración diaria 

    apoyada en la Palabra, así como Jesús subía al monte de madrugada a encontrarse a solas con su Padre Dios. Búscalo en la confesión mensual (¿con qué frecuencia te confiesas?) y en la Eucaristía dominical o, si te es posible, diaria. Busca a Jesús en el servicio desinteresado atendiendo las necesidades de tu prójimo. ¿En qué ministerio parroquial de servicio a la comunidad participas?


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-01-31 1:25 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    En una escena dramática el evangelista Marcos nos presenta un enfrentamiento entre Jesús y los demonios nada menos que en una sinagoga. Dos veces en el pasaje se nos dice que Jesús enseña con autoridad, es decir, que su palabra tiene efectos inmediatos; no sólo se escucha sino que se ve. En la mentalidad hebrea, el espíritu inmundo es lo adverso a Dios. Jesús demuestra que tiene poder para someter estas fuerzas del mal, liberando a las personas de ellas. Jesús puede y quiere liberarme de todo lo que se opone a Dios en mi vida, de todo lo que impide o retrasa mi santidad. ¿Cómo hago para expulsar todo poder extraño sobre mí y dejar que sólo Dios mande en mi vida, viviendo la libertad de los hijos de Dios?


    Consejo de la semana:  Durante la celebración de la Eucaristía, trata de escucharte y de entender el significado de las palabras que pronuncias para decirlas no sólo con tu voz, sino con todo tu ser.  Escúchate pronunciar “Te alabamos, Señor”, “Ven, Señor, Jesús”, “No soy digno de que entres en mi casa”, “Padre nuestro, que estás en el cielo”. Cobra conciencia de que estás en la presencia de Aquél a quien le hablas. Haz el esfuerzo por participar junto a toda la asamblea, a una sola voz, desechando las respuestas mecánicas, de prisa y sin pensar.


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-01-24 11:30 AM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    Jesús pide la conversión (metanoia en griego) y creer la Buena Noticia porque el Reino de Dios se ha acercado. El reinado de Dios significa su actuar como Rey y Pastor de su pueblo. Es decir, en Jesús Dios se ocupa de su pueblo –de cada uno– con un cuidado amoroso para guiarlo a la plenitud de la vida. Esta es la Buena Noticia en la que hemos de creer. Pero para creer, para fiarnos de Jesús y dejar que nos cuide es necesaria la conversión. Convertirse no es sólo arrepentirse de los pecados y cambiar de conducta; significa un giro de vida: un ver todas las cosas con nuevos ojos, desde nuevas perspectivas, desde los nuevos valores y principios que Jesús revela en el Evangelio. El cambio de conducta será consecuencia de esto. ¿Noto que se da en mi vida este progresivo giro de vida al que Jesús me invita? La conversión es fruto del seguimiento de Jesús, de cultivar la comunión de vida con Él. ¿De qué manera concreta cultivo diariamente mi comunión con Jesús?


    Consejo de la semana:  La semana que concluye este domingo 25 de enero la Iglesia Universal celebra cada año el octavario de oración por la unidad de los cristianos. Vamos a unirnos a los cristianos de todo el mundo para pedir el pleno cumplimiento de las palabras del Señor en la Última Cena: “Padre santo, guarda en tu nombre a aquellos que me has dado para que sean uno como nosotros (Jn 17,11). Que la unidad de los que creen en Cristo sea una intención en nuestra oración diaria esta semana y a lo largo de todo el año.


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

  • 2015-01-17 12:20 PM | P. Ángel Ciappi (Administrator)

    Queridos hermanos y hermanas:


    El evangelio de hoy está atravesado de manera muy viva por el intercambio intenso de miradas: de Juan hacia Jesús (v. 35); de Jesús a los dos discípulos (v. 38); de los discípulos a Jesús (vv. 38-39); y finalmente es Jesús el que dirige nuevamente su mirada a nosotros, en la persona de Pedro (v. 42). El evangelista utiliza verbos diferentes, pero todos cargados de distintos matices, de intensidad; no se trata de miradas superficiales, distraídas, fugaces, sino más bien de contactos profundos, intensos, que parten del corazón, del alma. Es así que Jesús, el Señor, mira a sus discípulos y nos mira a nosotros; es así también que nosotros deberíamos aprender a mirarlo a Él. ¿Tengo los ojos del corazón totalmente abiertos como para comenzar a ver lo que realmente sucede dentro de mí y a mi alrededor, y para reconocer en cada acontecimiento la presencia del Señor?


    Consejo de la semana:  Es estas primeras semanas del nuevo año es necesario proponerse seriamente recorrer un camino de crecimiento espiritual, dejando al Señor actuar mas en nosotros, cambiando aquello que en nuestro modo de vivir se lo impide. La semana pasada te invitaba a tomar un punto específico para trabajar en las próximas semanas. Hoy te invito a meditar sobre la proporción de tiempo que dedicas a servir a los demás sin esperar nada a cambio versus el tiempo que dedicas a tus cosas. ¿Cómo podrías servir más generosamente a Cristo en el prójimo?


    Gracias por ser parte de nuestra familia de fe. Dios te bendiga abundantemente.


    P. Ángel

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